lunes, 16 de enero de 2012

Te maté

Te maté, porque me sentía muy cerca de ti. 
Me sentía cerca de todos, cuando mi costumbre era estar lejos.

Te maté, porque no existías. 
Y me volvían loca tus sonrisas irreales, tus ojos transparentes y tus caricias etéreas.

Te maté, porque no me gustaba mucho soñar. 
Y tú sólo me visitabas allí, en la somnolencia de mi locura.

Te maté, porque quisiste volverme tuya. 
Y yo soy del viento, del cielo y de la lluvia. 

Te maté, porque no podía vivir así. 
Con un corazón muy alegre, que saltaba con cada mirada irreal.

Te maté, porque ya no vivías. 

Porque no te sentía aquí.

Porque no me sentía aquí.

Porque no eramos de aquí.

Te maté, como tú me mataste a mi.
En silencio, y con frías lágrimas.

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