lunes, 25 de marzo de 2013

Hundirse y ahogarse.

Ahogarse siempre ha sido el gran temor de Luna. Por eso habla y escucha cada vez que puede. Así no se atoran las palabras en su garganta, hacinándose impetuosas. Sin embargo, hay ocasiones que este hábito no puede salvarla, y Luna se ahoga con las palabras; entonces se calla y busca refugio en la penumbra de las esquinas 

Y por un largo rato Luna observa, mientras lucha y lucha, y trata de escupir las palabras que le obstruyen la respiración. Y las manos le tiemblan, y la frente le suda. Toda ella palidece, y los ojos le escuecen. Pero la mente sigue inventando frases que decir, palabras para gritar y otras para susurrar. 

Todas ellas se sobreponen, y se confunden, se acumulan en la garganta cada vez más prieta de Luna. Y el aire no pasa... Y cuando por fin las escupe, las palabras suenan extrañas. O no suenan, simplemente; y a veces, ambas. Una garganta magullada, una respiración desesperada, unos ojos llorosos, y una mente ágil que habla.

Pero la voz calla. 

Ella se ahoga en las esquinas, observando todo con ojos llorosos y la respiración entrecortada. Se ahoga con palabras que la mente dice, y la voz calla. Y la garganta se contrae, el estómago duele y las manos no paran de temblar. Y Luna teme hundirse y después ahogarse.

4 comentarios:

  1. ¡Buen fragmento, Gabriela! Aunque la narrativa en presente siempre me hace ruido, me gustó la idea de relacionar el miedo a ahogarse (como ser invadido por el agua) con la metáfora de las palabras que te obstruyen si no son dichas.

    Una potencialidad del cuento que creo que no viste fue la relación entre el mar y la Luna. El nombre del personaje se daba para una interesante exploración, por lo que creo que por ahí podrías haberlo trabajado un poco más.

    Saludos cordiales,

    F.

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    1. ¡Hola, muchas gracias! Me alegro que te haya gustado la idea, me inspiré en situaciones que pasan en mi vida cotidiana (porque a mi me da miedo, a veces, hablar). Y bueno, lo del nombre Luna no lo pensé mucho; se me ocurrió porque justo acababa de ver Harry Potter (y Luna Lovegood es un personaje tan pintoresco y tierno), es, además, un nombre que me gusta bastante.

      Gracias por comentar, saludos.

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  2. En realidad es una sensación molesta la que describes. Muchos la hemos vivido, y loo triste de todo es que cuando parece que lo hemos superado bam! Allí está otra vez.

    Saludos!

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    1. Molestísima y desesperante. Y sí, lo peor es que vuelve sin avisar.

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